La chica del Dragón by Paula Michelini

@paulamichelini se fue al extremo de la sustentabilidad e hizo un vino con las pieles de una uva salteña que iban a ser descartadas. Su papá, @micheliniwine09 la mandó a Salta a trabajar, en la vendimia de un proyecto de vinos especiales que hacen junto a @pancho_lavaque. Pero ella no pudo dejar de soñar un vino que elaboraría solo con las pieles de Ugni Blanc que se habían llenado de energía del sol norteño, en un paraje soñado y que estaban por ser desechadas. Pidió permiso y lo hizo. Y logró la magia. Un vino de baja graduación alcohólica, sólo 10%, repleto de antioxidantes naturales aportados por ese concentrado de pieles, con muy poco jugo, fermentado en forma espontánea, y estabilizado sólo con la ayuda del tiempo y la paciencia. Un proyecto que sólo se le puede ocurrir a alguien que vivió toda su vida al lado de las vides y los vinos, que estudió cine sólo para diferenciarse del legado de la familia, pero que volvió al vino enamorada de lo que lleva en la sangre, la pasión por la fermentación y la búsqueda de historias y sabores resumidas en una copa. A la Ugni Blanc la acompañó un poco de Riesling que tenía Matias reposando en barricas y que Paula compró con el objetivo de que cuidar la oxidación y aportar acidez. Cuando le preguntamos a Paula si le había agregado sulfitos, nos respondió que si, para cuidar al vino. Cuánto?? 25 partes por millón!!!! Nada!!!! Lo justo y necesario. Hizo muy poco, sólo 300 botellas, y nos gustó tanto el proyecto que nos trajimos el 20%, y somos los primeros en Buenos Aires en tenerlas a la venta. Anoche probamos el vino y es realmente espectacular. Toda esa historia reflejada en una copa. Un blanco super complejo, con una personalidad única, bajo alcohol, bajo sulfito. No te lo pierdas, realmente hay muy pocos!!!